El nombre viene porque Cathy, mi colega del Estuario de la Bahía, brincó de emoción cuando Rubén, el otro papá de Malú, leyó este nombre de una lista de alternativas para nombrar perritas. Yo quería llamarla Lucrecia, pero la verdad que para una boston terrier que no pesaba ni tres libras era un tanto grandecito el nombre.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment